La Publicidad y la Literatura cuentan historias. Son maneras de transmitir un mensaje determinado a una audiencia específica. Son Comunicación.


La creatividad publicitaria siempre ha bebido de la inspiración directa o indirecta de la literatura. Y podemos observar cómo esa musa literaria habita en sus anuncios y en sus estrategias. En su forma y en su fondo. En su “narrativa” y en su “storytelling”.

La literatura, y sus incontables historias, ha sido fuente de inspiración directa de la Publicidad en numerosas ocasiones. Obras como El Quijote, Romeo y Julieta e incluso Macbeth han aportado sus personajes, textos o escenas a numerosos anuncios publicitarios y han dado nombre a marcas y productos.

La Publicidad ha transformado historias literarias en claims, eslóganes, anuncios o estrategias de marketing. Ha utilizado sus estereotipos y argumentos para construir discursos que fascinan y persuaden, pero, sobre todo, que se reconocen en el imaginario colectivo como propios. Y de este modo, autores como Cervantes, Shakespeare, García Lorca o Cortázar, se han convertido en copys involuntarios que han ayudado a vender coches, vaqueros, licores o teléfonos móviles, entre otros.

Pero si una historia ha conquistado la Publicidad siendo capaz de vender prácticamente cualquier cosa, esa es la historia de Caperucita Roja. Un cuento de hadas de transmisión oral que fue recogido primero por Charles Perrault y más tarde por los hermanos Grimm.

“Caperucita y Channel: cambiar el cuento como alianza poderosa”

Es posible que si pensamos en Caperucita Roja y la Publicidad, la primera imagen que nos venga a la cabeza sea el anuncio navideño de Channel Nº5, pero hubo otros anuncios antes y ha habido otros anuncios después. Y seguramente habrá más en el futuro.

Los inicios

Caperucita ya vendía Nougat francés para la empresa Croc en 1924. Esa Publicidad forma parte de la historia del Cartel Publicitario en Europa y es una ilustración artística que hoy en día podemos adquirir como decoración para nuestras paredes.

Caperucita también vendió lifestyle en el alquiler de vehículos. En los inicios del boom de la Publicidad y las agencias creativas. En la época en la que Don Draper hubiera vendido cigarrillos siendo el lobo y Peegy Olson le hubiera dado mil ideas para que Caperucita representase a la mujer única y diferente del momento.

La moda: su alianza más indiscutible

Pero si una marca ha sido recurrente en sus campañas con esta historia esa es la firma de ropa Naf Naf que ha utilizado versiones más humorísticas de la historia pero también montajes espectaculares como la campaña de 2009 con perros nórdicos siberianos reales.

Caperucita out the box

Más allá de las diferentes puestas en escena de Caperucita y el lobo que la publicidad nos ha brindado, tenemos también en la historia de la creatividad publicitaria versiones algo menos previsibles que convierten el storytelling de la marca en opciones interesantes “out the box”.

Como la empresa de tecnología MTS, los productos para el pelo de ghd o la Caperucita de Red Bull. Creatividades que juegan con la narrativa de la historia y la convierten en otra cosa.

Como la campaña de Remington para la New BHT 2000, cuyo claim decía: “Full body hair shaver”. Que nos mostraba la mejor opción para que el lobo pudiese encarnar el papel de la abuelita de una manera mucho más convincente. Dando solución a un problema de la propia narrativa del cuento, y haciendo más creíble la transformación del lobo en abuelita.

La estética: mismo personaje diferentes enfoques

Muchas son las marcas que han elegido esta historia. Algunas con estética vintage, otras con una estética más de cuento, pero todas con Caperucita como hilo de sus campañas publicitarias.

Caperucita, de buena historia a historia imprescindible

Pero si en algún momento Caperucita pasó de ser una buena historia a convertirse en una historia imprescindible fue con la campaña de Amnistía Internacional donde el lobo se transformaba en un personaje que pasaba de ser una amenaza para la abuelita para ser una verdadera y brutal amenaza social.

De «cuento» publicitario a historia que vende

Caperucita Roja no ha sido solo un “cuento” publicitario, ha sido también inspiración para películas, series, portadas de discos, fiestas temáticas, etc. Esto pasa porque es una buena historia, bien contada y que engancha. Y las buenas historias venden, la historia de la Publicidad está plagada de ellas. Contar con un buen storytelling de marca o con una campaña publicitaria cuya narrativa cuenta una buena historia (sea audiovisual o no), lo necesita cualquier marca y cualquier empresa para poder vender más y mejor.

Como Agencia Creativa sabemos que leer nos inspira, no sólo como publicitarios, también como personas. Las estrategias de comunicación siempre parten del discurso narrativo de la marca, y ese storytelling se cuenta mejor cuanta más literatura hayamos leído. ¿No encuentras el relato de tu marca? Háblanos de tu empresa y crearemos la mejor versión de tu historia.