Las Relaciones Públicas hacen tangible a la empresa y crean vínculos. El público descubre el rostro de la marca a través de la publicidad, pero son las acciones estratégicas las que la dotan de alma. Informan, persuaden y consiguen mucho más que la atención, consiguen reputación.
La humanización de la empresa y la comunicación directa logran una conexión entre la empresa y sus públicos que ríete tú de la que tenían el cocinero y la ratita cocinando un delicioso ratatouille.

La Relaciones Públicas no lo son todo, pero son el nexo.

Lo que se dice y en qué formato se dice es lo que conecta. Conseguir ese click de reconocimiento ahí arriba, en el centro de mando, no es fácil. Por eso es importante entender que avasallar a la audiencia o inundarles de forma torrencial como a una planta sin drenaje, no es buena idea.
Un buen contenido ofrece información interesante o entretenimiento vinculado con la marca, como una fábula con moraleja. Si es bueno y lo contamos bien, el target lo hará suyo.

El contenido no lo es todo, pero es el imán.

La Publicity es la manera de hacer rentable la información. Pero no sólo de rentabilidad económica vive la marca, la publicity aporta efectividad a la comunicación. Generando noticias atractivas la notoriedad y la credibilidad se unen como lo hacen el león y el águila en ese dorado ser mitológico.
Solo el esfuerzo, la creatividad y la proactividad conseguirán acciones que atraigan al público, cautiven a los periodistas y embelesen a los líderes de opinión. Trabajo, trabajo, trabajo…

La Publicity no lo es todo, pero es el dinamismo.