Imagina que te dan una tarjeta de crédito con 1440€ diarios. Cada día a las 12 el contador se pone a cero, todo lo que no hayas gastado desaparece.

 

El tiempo. Todo se reduce al tiempo.

1440 minutos es el tiempo que tienes en un día para hacer todo lo que quieres hacer. Cada día te dan a ti, y a todos, esos 1440 minutos. Ni uno más, ni uno menos. Si lo miras de esta forma, en qué invertir esos minutos se convierte en una odisea. Cada minuto que uses leyendo un blog, mirando una imagen de Instagram, o viendo una serie de Netflix se descuenta de tu minutaje diario. Si duermes 8 horas al día ya debes descontar 480 minutos. Una película suele rondar los 96 minutos de media. Un vídeo de YouTube 12 minutos. 4 Stories de Instagram 1 minuto.

Teniendo en cuenta las limitaciones humanas del tiempo, está meridianamente claro que cualquier contenido que estés generando va a competir con todo el mercado. Desde la última superproducción de Disney, la serie más cara de HBO, o la ingente cantidad de contenidos de Netflix. Y no solo del contenido audiovisual, también del tiempo que le dedica tu audiencia a trabajar, a dormir, a comer, a quedar con sus amigos, a leer, o a cualquier otra forma de entretenimiento. Por eso la publicidad convencional ya no funciona.

La interrupción del tiempo para mostrar publicidad cada vez funciona peor, la gente ya tiene un filtro tremendamente potente para eliminar por completo la publicidad que ha interrumpido sus 1440 minutos para mostrarle durante 20 segundos algo en televisión que probablemente no les interese demasiado o directamente no esté dirigido a ellos.

¿Y cómo podemos destacar sobre todo ese contenido?

El Branded Content es la respuesta que buscas. A la hora de crear contenido debes conseguir que a tu audiencia le interese lo que estás contando, cómo lo estás contando y que les merezca la pena el tiempo que están invirtiendo en tu contenido.

En el mercado B2C las posibilidades son bastante amplias, pudiendo crear contenidos que refuercen y se asocien a los valores de tu marca, de forma que puedas entretener a tu audiencia en un nicho muy concreto y la afiliación emocional de la audiencia con tu marca crezca. Aquí la gente de Red Bull ha conseguido crear cientos de competiciones de deportes extremos que llevan su nombre y asocian muy bien su producto con su mercado potencial. Sin forzar la venta de su producto su marca se cuela directamente en el Top of Mind del espectador.

En el mercado B2B las posibilidades son algo más complejas ya que el uso del tiempo es todavía más restrictivo y necesita ser además muy productivo. Es por eso que el contenido formativo supone una gran baza para el Business to Business. ¿Cuánto tiempo dedican tus comerciales a explicar cada día las bondades de tu producto? Haz un vídeo explicándolo y no tendrán que explicarlo más. ¿Qué soluciones cubre tu producto? Crea un blog donde expliques con un artículo cada uno de los casos de uso de tu producto.

Debes tener en cuenta que The Crown es una de las producciones más caras de Netflix con un coste de 13 millones de dólares por capítulo. Y que el tiempo de tu audiencia compite con ese contenido. Debes plantearte dejar de hacer ruido. Crear contenido porque sí. Publicar contenido 4 veces al día porque “es lo que hay que hacer” sin que el contenido sea realmente bueno, lo único que supone es tiempo que tus potenciales clientes no quieren perder. Hay que trabajar el contenido, crear de la forma más espectacular posible con los medios que se tienen, y aportar el mayor valor posible para hacer crecer al máximo una comunidad sana de gente que se convierta en tu audiencia habitual y que tengan una afinidad con tu marca.

Realizar esto es una labor difícil, lo sabemos. Sobre todo porque es nuestro trabajo y lo realizamos cada día para diferentes marcas. Y lo que es más importante, podemos realizarlo para tu marca.