En realidad, es empatía. Y puede hacer que tu web venda más de lo que te imaginas. En este post te explicamos los 4 pasos para utilizar la empatía en tu sitio web y conseguir que más visitantes se conviertan en leads.

Empecemos por el principio.

Tienes una web. Es muy chula: has contratado a una empresa (nosotros, espero) que te ha hecho un diseño muy moderno. Tiene fotos profesionales de tu producto (porque ya sabes lo importante que es el contenido de tu web) y además es rápida y navegable.

Pero no consigues que tus visitas pasen de ahí: entran, curiosean si hay suerte y se van.

La pregunta del millón

Entra en tu propia web y, fijándote solamente en la parte que se carga por defecto sin mover el ratón (lo que se llama el above de fold), pregúntate si responde exactamente a la única pregunta que le interesa a todo visitante de tu web:

¿Qué puede hacer esta empresa por mi?

Porque, que quede claro: esto es lo único que le interesa a tu visitante cuando entra por primera vez en tu web. Quiere saber qué puedes hacer por él.

No le importa quién eres. No le importa tu historia. Y no le importa tu página de productos o tu catálogo. Si no encuentra enseguida si tu producto o servicio puede solucionar su problema, lo has perdido.

Volvamos a tu web

Si has mirado tu web y te has dado cuenta de que no queda claro desde la primera frase qué puedes hacer por tu cliente, necesitas darle una mano de copy.

Necesitas que los textos de tu página expliquen claramente cómo puedes resolver el problema de tu visitante y por qué debería confiar en ti para hacerlo.

Y, para conseguirlo, es imprescindible que empatices con la persona a la que le quieres vender. Es FUNDAMENTAL.Grábatelo a fuego.

El método para empatizar

Porque una cosa es decirlo y otra es hacerlo. Por suerte, te traemos los 4 pasos para empatizar con tu cliente. Te aviso, van a requerir un poco de trabajo por tu parte, pero está comprobado que son el método más eficaz para aumentar las conversiones de tu sitio web. Allá va.

  1. Definir quién es tu cliente potencial. Porque, tienes claro a quién te diriges, ¿no?

    Es fundamental saber quién es tu buyer persona, tu cliente potencial. Ah y no es “todo el mundo”, eso ya te lo decimos ahora.

    Ten en cuenta que no conocer a tu cliente potencial te está costando dinero. Si no tienes claro a quién te diriges, gastarás recursos en atraer a tu web a personas que no son clientes potenciales. Y eso significa recursos desperdiciados.

  2. Encontrar qué le duele. Tienes que conocer el punto de dolor de tu cliente potencial.

    Estudiando a tu cliente potencial sabrás qué necesita, qué le duele. Y así es como puedes encontrar la información que necesitas:

    • Pregúntale a tu equipo comercial: ellos saben exactamente (o deberían) qué busca tu cliente, qué pegas encuentra a tu producto o servicio y por qué razón alguien no te compra.
    • Investiga en tus redes sociales y las de tu competencia: allí tienes montones de clientes y clientes potenciales diciéndote lo que necesitan. Y si no, pregúntales directamente.
    • Utiliza la potencia de Google Business, los comentarios de Amazon o YouTube, sitios de opiniones como Trip Advisor o los foros de tu sector para tener acceso a información sin tapujos sobre tu cliente potencial
  3. Aclarar cómo puedes ayudarle. Porque a veces, aunque parezca mentira, no lo tenemos tan claro.

    Deja de enfocarte en tu producto y enfócate en saber cómo tu producto puede ayudar a tu cliente potencial.

    Haz una lista de los beneficios de tu producto o servicio y no de sus características. Las características describen tu producto. Los beneficios le indican al cliente qué obtendrá él con tu producto. Las características no son ganchos de venta: los beneficios sí.

    A veces no es obvio diferenciar entre características y beneficios, pero como ahora conoces a tu cliente y sabes qué necesita, te será más sencillo distinguirlos y enumerarlos.

  4. Conectar con tu cliente. Dile claramente que entiendes sus necesidades y que puedes ayudarle.

    Díselo en esa primera frase que ve de tu web. Tócale la fibra haciéndole ver que sabes cuál es el problema. Y seguirá leyendo.

    Por eso el copy de tu web es tan importante.

Hay sobredosis de opciones, infinidad de soluciones y montones de productos y servicios a la disposición de tu visitantes. Con los textos de tu web tienes que convencerle de que eres la opción que quiere.

Tan sencillo. El truco que en realidad no es truco.

Felicidades, has conectado con el visitante de tu web y tienes muchas más posibilidades de que se convierta en cliente. Porque ha entrado en tu web y ha visto claramente que te has puesto en su lugar y sabes cómo tu producto puede ayudarle. Has usado la empatía.

Y por más recursos que gastes en tener la web más vistosa, las fotos más espectaculares y las mejores campañas de marketing, si no empatizas con el visitante que llega a tu sitio web y le explicas claramente cómo puedes ayudarle, no te servirá de mucho la pirotecnia.

Con unos buenos textos en tu web (o lo que es lo mismo, un buen copy) consigues:

  • Poner el foco en tu cliente y no en tu empresa.
  • Convencer en vez de fardar.
  • Conectar en vez de explicar.

La empatía es el único “truco” que realmente consigue que tu página convierta más, que te contacten más, que te pidan más presupuestos y que te compren más. Y resulta que no es un truco.